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18 may 2013

Visita al Parque de Bomberos de Santa Cruz de Tenerife


Ayer una parte del grupo del aula externa que tiene el CEPA San Cristóbal en la Fundación Ataretaco asistió a la visita programada al Parque de Bomberos de Santa Cruz de Tenerife. Como parte de una actividad complementaria establecida dentro de las materias de Trabajo y Sociedad y Desarrollo Personal y Participación Ciudadana, la visita fue realmente interesante y enriquecedora.



Al tratarse de un grupo pequeño de visitantes, tuvimos la suerte de poder recorrer el parque casi en su totalidad, acompañados en todo momento por dos profesionales del cuerpo que, diligentemente, nos explicaron y enseñaron el día a día de su profesión.

La visita comenzó con la proyección de un vídeo ilustrativo sobre las negligencias más comunes que llevan a generar incendios. Contemplamos, por ejemplo, como las regletas caseras de uso más habitual son la causa más frecuente de incendios domésticos. No disponen de un mecanismo de seguridad adecuado en su mayoría, ya que únicamente lo incluyen las de mayor precio.


De la proyección del documental informativo pasamos a recorrer algunas partes del parque, como el gimnasio, en donde –además de enseñarnos el equipo básico que lleva puesto un bombero en una salida convencional para apagar un incendio- tuvimos oportunidad de recibir una charla interesantísima sobre el acceso a la función pública y, en particular, al cuerpo.

Conocimos, también, la zona de actuación del Consorcio de Tenerife y los diferentes municipios que tienen parques profesionales; a saber, San Miguel de Abona, San Cristóbal de La Laguna, La Orotava e Icod. Alrededor de 150 efectivos cubren toda la isla.

En la rutina diaria de estos profesionales está la de revisión de los equipos y camiones, maniobras de entrenamiento, y mucho, mucho deporte y gimnasio. Después de probarnos algunas prendas del equipo básico y de sostener algunas de las herramientas de su trabajo, entendimos perfectamente por qué un bombero debe estar tan fuerte y en forma.



Con unos turnos de trabajo de veinticuatro horas que incluyen unos quince efectivos,  cuando se les llama para cualquier incidente, tardan una media de un minuto en estar operativos, una vez que han sido avisados por el servicio de emergencias correspondiente. Además de apagar incendios, acuden a accidentes de tráfico, rescates en montes de la isla, rescates de ascensores y cualquier tipo de accidente que requiera de sus conocimientos y preparación exhaustiva.


Agradecemos a Jorge Marrero y Carlos Lorenzo (que salía de turno y se quedó con su compañero para acompañarnos en la visita)  su disposición y amabilidad en darnos a conocer la labor de estos profesionales tan imprescindibles para la sociedad.


















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