La semana pasada recibimos la visita de unas voluntarias europeas que actualmente se encuentran colaborando con la Fundación Canaria para la Formación Integral e Inserción Sociolaboral Ataretaco.
Marion Gerardy, de Bélgica y María Barraco, de Italia, junto con su tutora Aida Cruz, acudieron al CEPA San Cristóbal para hablar a nuestros alumnos/as de las oportunidades que brinda la Unión Europea en materia de movilidad, cursos, experiencias e intercambios, haciendo especial hincapié en el Proyecto del Cuerpo Europeo de Solidaridad Tarquí+.
Durante la charla, se mencionaron las oportunidades existentes, la temporalización, los requerimientos y se explicó cómo proceder para acceder a las oportunidades.
También se recordó que el único requerimiento para acceder a estas oportunidades es la motivación.
Entre las preocupaciones de los/as jóvenes siempre está el conocimiento idiomático —que tantos hemos defendido en nuestras clases― y explicamos que la mejor forma de aprender un idioma es intentarlo, y no considerarlo una asignatura más del currículo, sino una herramienta de comunicación.
Nuestras invitadas, con un español exquisito fruto de su estudio y práctica, fueron un claro ejemplo de que las barreras comunicativas se pueden solventar con un poco de interés y estudio. Al final, como bien dijo su tutora, Aída Cruz, "a la hora de ser voluntaria si no sé cómo hacer algo, lo aprendo".
Se consideran ciudadanas del mundo, y las oportunidades de viajar y realizar un trabajo de voluntariado, les ha hecho sentirse a las tres ciudadanas del mundo.
Como debemos bien resaltaron ellas, no hay que olvidar el impacto que genera el voluntariado europeo en la sociedad en la que intervienen: generan curiosidad a las personas locales, conocimiento acerca de la multiculturalidad, así como de oportunidades existentes. Además, crea modelos de personas con iniciativa y capacidad para salir de la zona de confort.
Gracias, Marion, María y Aida Cruz por compartir experiencias y contagiarnos con su entusiasmo.